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De 5 tipos de neumáticos de moto, cómo elegir el más adecuado según el uso real

Cada motorista tiene unas necesidades concretas y usa su moto de acuerdo a unos hábitos y rutas más o menos habituales. Por este motivo, Euromaster, especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo, ha identificado los cinco tipos principales de neumáticos para moto que existen en el mercado para subrayar la importancia de elegir el más adecuado según el uso real.

Rutas: es el tipo de neumático idóneo para aquellos motoristas acostumbrados a realizar viajes de
largo recorrido por autopistas y autovías. Respecto a su durabilidad, en algunos casos pueden llegar a
los 15.000 km. Dentro de sus características, destaca su dureza por su banda central y lo suelen montar
motos Gran Turismo. En el caso de que haya que cambiar este tipo de neumáticos, la factura en el taller
puede oscilar entre los 220 y los 550€.

Sport: se trata de un neumático en el que sus usuarios buscan un comportamiento deportivo, ya sea
rodando en circuitos o circulando de forma habitual por zonas de puertos de montaña o carreteras
costeras con una gran sucesión de curvas. Entre sus características principales, este neumático ofrece
un gran agarre al asfalto en curva, dado que suelen ser bicomponentes. Disponen de una goma más dura en el centro, para alargar su vida útil, y más blanda en los laterales, para tener un gran agarre en zonas reviradas, o en las curvas de un circuito. Debido a sus peculiaridades tan específicas, no son ruedas que duran más kilómetros -entre 4.000 y 6.000 km- y en el caso de que haya que sustituirlas implica un coste económico de entre 200 y 500€.

Urbanos: es el más apropiado para aquellos motoristas que circulan por ciudad y, por tanto, con
restricciones de velocidad. Entre sus características, destaca mayoritariamente su estrechez y su alto
grado de agarre con el asfalto en todo tipo de condiciones, incluso con lluvia. Respecto a su durabilidad
y según los modelos que hay en el mercado, se pueden recorrer entre 4.000 y 14.000 km y el coste de
su sustitución en el taller oscila entre los 80 y los 250€.

Custom: son neumáticos muy especiales con unas medidas más grandes de lo habitual para unas
motos que suelen ser muy pesadas y con grandes cilindradas. En este caso, el aspecto de la goma,
tiene gran relevancia, dado que su propietarios necesitan que “su moto esté bonita” y llame la atención. Respecto a su durabilidad, se pueden recorrer entre 15.000 y 18.000 km, mientras que el coste de la factura cuando hay que sustituirlas es de entre 300 y 600€.

Para campo u offroad: son neumáticos muy específicos. Principalmente hay dos tipos de moto
offroad: las que hacen mucha carretera y muy poco campo, y las que prácticamente no salen del
campo. En primer lugar, serían los neumáticos mixtos 80% carretera, 20% campo, en este caso los que montan las motos de tipo trail; y en segundo lugar, los neumáticos que montan las de enduro, raids y motocross. En estos últimos tipos de motos, el neumático cuenta con un diseño muy especial pues su banda de rodadura está compuesta por una serie de tacos que garantizan el agarre en superficies de muy baja adherencia, como la tierra, la arena o el barro. ¿Y su rango de precios a la hora de sustituirlos? Pues muy variado, desde un coste muy económico a uno muy caro.

En definitiva, equipar un modelo de neumático que no se adapta a las necesidades de cada motorista
incide directamente en la conducción o en el comportamiento de la moto. Asimismo, elegir un
neumático inapropiado al uso real también afecta de forma negativa a la durabilidad del mismo, un
factor éste último que incide tanto en la seguridad como en el bolsillo de cada usuario, ya que tiene que
cambiar las ruedas cada menos kilómetros.

Las tres averías principales de los frenos de los semirremolques de los camiones: hasta 2.000 €

El sistema de frenado en un semirremolque tiene como principal función ayudar a detener o reducir la velocidad del vehículo en conjunto con la cabeza tractora del camión que lo está remolcando. Puesto que se trata de un sistema clave en la seguridad vial, Euromaster, el especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo, ha detectado los tres principales problemas de los frenos de los semirremolques que, en ocasiones, pueden originar graves y costosas averías de hasta 2.000 €.

“Es algo normal que las cabezas tractoras tengan un ‘chivato’ para avisarnos cuando las pastillas de freno están desgastadas, pero en un semirremolque su revisión ha de ser de forma manual y visual, puesto que aunque el sistema sí existe para estos vehículos, no es nada común su montaje”, explica Raúl Moya, portavoz de Euromaster.

De forma específica, las principales averías ocasionadas por la falta de revisión del sistema de frenado en un semirremolque son las siguientes:

1.Desgaste de las pastillas de freno: en una revisión preventiva se puede detectar un posible desgaste de las pastillas, ante lo cual y para evitar males mayores, se realizaría su sustitución, con un coste medio de unos 120 €. En el caso de que el desgaste de las pastillas sea excesivo, el resultado puede ser una rotura en el disco de freno e incluso de la pinza del sistema, originando una avería cuyo coste puede variar entre los 400 y los 1.000€.

2.Sobrecalentamiento por desgaste de los discos: el cambio de los discos de freno en un semirremolque puede costar de media unos 400€. Si no se realiza esta sustitución su excesivo desgaste puede provocar un sobrecalentamiento con graves consecuencias, como la rotura del mismo disco, de la pinza, de las pastillas e incluso una hipotética pero no improbable explosión del neumático, que podría provocar un accidente y, en muchos casos, un incendio.

En estos casos extremos, el coste económico puede variar entre los 1.200 y los 1.800€, a lo que hay que añadir el posible tiempo de inmovilización de un vehículo, algo que a toda costa quieren evitar los transportistas porque cada día que su vehículo no se mueve es dinero que no ingresan.

3.Bloqueo de la rueda por agarre de la pinza de freno: la pinza es otro de los elementos que hay que vigilar en una revisión preventiva por las posibles averías que puede originar su mal estado. En el caso de que haya que repararla, el coste en la factura es de unos 400€. Si no se hace a tiempo, puede ocurrir un bloqueo de la rueda provocado por el agarre de la pinza, que a su vez puede tener como resultado la rotura del neumático y de todos los componentes del sistema de frenado, es decir, las pastillas, los discos y la pinza. ¿El coste para el transportista? Entre 1.200 y 2.000€, además de las pérdidas económicas generadas por el día o los días que pueda estar inmovilizado el vehículo, sin olvidar, por supuesto, el daño humano que pueda originarse tras un accidente más que probable.

En ocasiones, los problemas mencionados pueden ocurrir cuando el camión y el semirremolque están circulando, lo que origina la correspondiente asistencia en carretera que, en función de la hora y el país en la que se produzca, implica un coste económico que puede variar entre los 180 y los 800€.

Por último, Euromaster recuerda a los transportistas que la red dispone de los medios técnicos y humanos para realizar estas revisiones preventivas sin necesidad de tener que quitar las ruedas del vehículo. Mediante una cámara endoscópica, se verifica el estado de las pastillas y los discos de freno. En el caso de ser necesario, se procede a quitar la rueda del semirremolque y se comprueba el resto de componentes.

Las tres piezas de la moto que más se dañan en verano, con averías de hasta 6.000 €

Al igual que los coches, las motos no están exentas de presentar diversos problemas mecánicos ante las altas temperaturas habituales del verano. Por este motivo, Euromaster, especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo, ha identificado las tres piezas de la moto que más se pueden dañar en esta época, originando incluso averías que pueden llegar a los 6.000 Є y dejar temblando el presupuesto de las vacaciones.

Por un lado, existe un riesgo para la moto con el polvo y otro tipo de partículas en suspensión, como el salitre y los granos de arena de una playa. Todas estas impurezas pueden llegar a obstruir el filtro del aire del motor. En ciertos casos, este filtro está tan obstruido que puede llegar a afectar al funcionamiento del motor, llegando incluso a ser necesaria su sustitución. En este caso, su cambio puede oscilar entre los 1.000 y los 6.000 Є.

El segundo componente de la moto que más problemas puede presentar en verano es la transmisión por cadena, lo más común en motos de gran cilindrada. La cadena y los piñones de la moto se desgastan con el uso, pero su desgaste será prematuro si no está bien engrasada. En este caso, se recomienda engrasar cada 300-500 km, tenerla siempre limpia y siempre tras circular con lluvia. En el caso de que se acumule suciedad, arena o tierra puede quedar en su superficie una especie de pasta que puede llegar a dañar todo el kit de transmisión. Aquí, la sustitución de este sistema implica un coste económico que varía entre los 100 y los 400 Є.

En tercer lugar, otro de los componentes que más problemas puede presentar con las altas temperaturas del verano es el neumático. Con estas condiciones climatológicas, si no revisamos las presiones de las cubiertas, suelen rodar con un exceso de presión, deformándose su superficie al haber menos goma en contacto con el asfalto. Además, la adherencia también es menor, lo que implica un más que evidente riesgo de accidente.

Por último, desde Euromaster también recuerdan a los motoristas que el periodo estival es una de las épocas del año en las que se realizan un número mayor de kilómetros en menos tiempo. En este sentido hay que recordar que el neumático de una moto suele tener una vida útil de entre 3.000 y 10.000 km, según la marca y el modelo, por lo que resulta clave comprobar su estado. En el caso de que estén excesivamente deformados por la acumulación de kilómetros, su sustitución implica un coste medio de entre 100 y 140 euros por rueda.

Arena de la playa y salitre en suspensión, un riesgo para el motor con averías de hasta 8.000 €

El verano es una de las épocas del año en las que se registran un mayor número de viajes por carretera, muchos de ellos a un destino de costa. Por este motivo, Euromaster, especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo, ha identificado las averías más costosas, hasta 8.000 euros, y graves que pueden provocar la arena de la playa y el salitre en un coche.

La arena y el salitre no están solo en la superficie de la playa y en el mar, sino que también se encuentran en suspensión en el aire. Por eso, el primer componente del coche que tenemos que tener controlado por los efectos directos de la arena y del salitre es el filtro del aire del motor. Los pequeños granos de arena y las partículas en suspensión pueden obstruir este filtro y, en los casos más graves y extremos, incluso llegar a afectar a la durabilidad del motor. Hay que tener en cuenta que sustituirlo implica una avería que en algunos casos puede llegar hasta los 8.000 €.

El segundo de los componentes a los que conviene prestar atención es otro filtro, en este caso, el del habitáculo. Su función principal es proteger a los ocupantes del vehículo de ciertas impurezas insalubres como el polvo, bacterias, polen, contaminación, etc…. En el caso de que se tenga que cambiar, dicha sustitución oscila entre los 15 y los 40 €. Asimismo, si este filtro está muy obstruido, el sistema del aire acondicionado o de climatización tiene que hacer un “sobreesfuerzo” para seguir funcionando, lo que acortaría su vida útil.

En tercer lugar, los profesionales de Euromaster también recomiendan vigilar el estado de las escobillas de los limpiaparabrisas cuando se circula habitualmente por carreteras cercanas al mar. En este sentido, la arena y el salitre pueden llegar a acumularse en las gomas de las escobillas, lo que implicaría su degradación, además de impedir que se limpien bien los cristales y, por tanto, restar visibilidad en la conducción. En el caso de que esta pieza esté dañada, su sustitución conlleva un desembolso económico de entre 10 y 60 €.

Otros aspectos a tener en cuenta en verano: lavar más a menudo el coche y los neumáticos

Los granos de arena y el salitre en suspensión propios de las zonas costeras también pueden tener otros efectos dañinos en un vehículo. Ambos están formados parcial o íntegramente por sal, un elemento de la naturaleza con un efecto corrosivo en piezas metálicas, ya sean de acero, hierro o aluminio. Para evitar esa corrosión que puede afectar a muchas de las tuercas y tornillos de la estructura de un vehículo, desde Euromaster se recomienda lavar el coche más a menudo (al menos, un par de veces al mes si se circula habitualmente cerca del mar).

Por último, otro de los componentes clave en un automóvil al que siempre conviene prestarle la mayor de las atenciones es el neumático. En la actual época estival, las temperaturas son altas, y si no se tiene en cuenta a la hora de revisar la presión de los neumáticos podemos rodar con un exceso de presión, un factor que implica una menor adherencia con el asfalto, además de acortar su vida útil. Por ello, para evitar un reventón y, por tanto, un accidente, conviene revisar y ajustar las presiones según lo indicado por el fabricante.

Asimismo y en el caso de que haya que cambiar el neumático porque está muy degradado, su sustitución implica un coste de media de entre 80 y 250 €, según el modelo y las medidas.

Los ocho imprescindibles del verano… en tu coche y para no quedarte tirado a pleno sol

Llega la primera Operación Salida de verano y con ella es habitual ver coches averiados en el arcén de las carreteras esperando a que les asista la grúa y a pleno sol. Para evitar esta situación y los riesgos que implica en la seguridad vial, Euromaster, especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo, recomienda la revisión de ocho imprescindibles.

Estado de los neumáticos: son los “zapatos” del vehículo y el único punto de contacto entre el coche y el asfalto, de ahí su importancia para que estén siempre en buen estado. Por ello, resulta clave revisar la profundidad del dibujo de la banda de rodadura -por Ley, al menos 1,6 mm- y la presión, factor este último que asegura un buen agarre en caso de frenada de emergencia y, además, permite alargar su vida útil.

Nivel y el estado del aceite: conocido popularmente como “la sangre” del vehículo, el aceite recorre gran parte de la estructura del motor y entre sus propiedades básicas está la de reducir el desgaste causado por la fricción de los diferentes elementos que están en contacto. Por este motivo, si está en mal estado y no se ha hecho un mantenimiento adecuado puede originar una avería grave del motor (con un coste económico que puede variar entre los 1.000 y los 8.000 €), todo ello partiendo de los exiguos precios que implica el cambio del aceite y del filtro (que cuesta de media entre 70 y 120 €). En el lado contrario, su buen estado ayuda a disminuir el consumo de combustible, las emisiones de CO2 y los gases contaminantes.

Líquido y pastillas de frenos: siempre en el nivel adecuado y óptimo recomendado por los fabricantes, el líquido de frenos tiene como función principal asegurar el buen funcionamiento de las pinzas y los bombines de freno. Si hay un exceso de humedad en este líquido, puede aumentar la corrosión y dada la temperatura de funcionamiento (150-200 grados) de los frenos, generará burbujas de aire, con lo que el sistema perderá potencia de frenada, alargando, por tanto, la distancia de frenada y el riesgo de sufrir un accidente. Por ello, se recomienda reemplazarlo cada año para evitar males mayores.

Por otro lado, si las pastillas de freno no son sustituidas a tiempo -su cambio cuesta entre 80 y 140€-, se rayan los discos de freno, aumentando considerablemente el gasto en la avería final (entre 200 y 400€), y lo que es peor, que el coche no frene con seguridad. Además de gastadas, unas pastillas de freno pueden estar en mal estado, cristalizadas, endurecidas, con desprendimientos, etc., y a su vez puede aumentar la distancia de frenado y aumentar el riesgo de sufrir un accidente.

Amortiguadores: este elemento asegura la estabilidad de la carrocería con el coche en movimiento ante las irregularidades del asfalto o si se circula en línea recta o en zonas de curvas. Por tanto, su buen o mal estado influye directamente en el control que tiene el conductor sobre el vehículo. Asimismo, su deterioro o desgaste también influye en un mal comportamiento de los frenos y de la dirección, dos de los elementos claves en la seguridad de un vehículo. Hay que tener en cuenta, que como su deterioro es paulatino, el conductor no es consciente del deterioro de éstos, y se acostumbra a la bajada de prestaciones del vehículo.

Nivel estado del líquido refrigerante: no sólo en invierno, sino también, en verano, la revisión, y la sustitución de este líquido (su cambio cuesta de media entre 40 y 70€- es muy importante porque evita el sobrecalentamiento al permitir que el motor siempre funcione en su temperatura óptima. Si no es así, hay riesgo de rotura del motor (que puede implicar hasta 8.000€ de avería).

Escobillas y líquido limpiaparabrisas: si ambos componentes están en buen estado, en todo momento el conductor tendrá una buena visibilidad tanto por delante como por detrás, sobre todo si aparece la lluvia, un fenómeno climatológico que en ocasiones también tiene lugar en verano como estamos viendo este año con las numerosas tormentas.

Funcionamiento de las luces: el buen estado de las luces evita posibles accidentes de tráfico, especialmente en condiciones de baja o mala visibilidad. El objetivo del funcionamiento de este elemento es que el conductor vea lo que sucede en la carretera, además de ser visto por el resto de conductores.

Batería: si la batería del coche está en mal estado o falla por el motivo que sea, el motor no arranca, así de sencillo. No hay un plazo concreto sobre su sustitución, pero la media es de unos 5 años, eso sí, se recomienda su revisión al menos una vez al año.

Cinco componentes de la moto que valen igual que un libro y pueden ocasionar una avería de hasta 6.000 euros

A lo largo de la vida de una moto pueden aparecer diversos tipos de averías, unas más económicas y otras mucho más costosas. En ocasiones el causante es un componente que puede valer lo mismo que un libro, entre 10 y 30 euros, pero que si no se hace la correspondiente revisión, puede ocasionar una avería de gran desembolso económico, según Euromaster, especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo.

El primer ejemplo lo encontramos en los filtros de aire y de aceite, cuyo coste puede oscilar entre los 5 y los 15 euros. Si no se cambian cuando se indica en el libro oficial de mantenimiento del fabricante, pueden aparecer problemas internos en el motor, hasta el punto que puede disminuir su vida útil hasta en un 30%, además de un incremento en el consumo tanto de combustible como de aceite. En ciertos casos, el mal estado de ambos filtros puede provocar una avería muy grave de hasta 6.000 euros.

Otra pieza a vigilar en una moto son las luces y cuyo coste de su sustitución puede llegar a los 30 euros cada una. En este caso, su mantenimiento no causa una avería grave, pero sí es un componente clave en la seguridad de los motoristas, ya que les permite ver y que sean vistos por otros vehículos. En este sentido, hay que recordar que las motos deben llevar encendidas las luces las 24 horas del día de forma obligatoria, por lo que las posibilidades de que se funda una de las bombillas son mayores al estar en funcionamiento en todo momento.

Otro componente con un precio de coste muy bajo -entre 30 y 40 euros por eje- son las pastillas de freno. Su mal estado puede dañar al propio disco, por lo que la avería también sería más grave y costosa (entre 300 y 350 euros en la factura del taller). Al ser una de las partes fundamentales en el sistema de frenado, siempre hay que revisarlo, pues la seguridad del motorista está en juego.

Por último, otra pieza con un coste irrisorio de unos 30 euros es el retén de la suspensión delantera, un elemento que, si está en mal estado, puede provocar fugas de aceite que acaban en las pastillas y en el disco del freno, dañando ambos componentes y, lo que es más importante, que la moto frene mal. Y es que no hay nada más caro que tener un accidente.

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