Un vistazo a los vehículos en Galicia nos depara que un 36% no tiene etiqueta y un 24% son rechazados en la primera ITV. Esta es la versión más insegura y contaminante del parque en tierras gallegas, tal como ha desvelado Solera a partir de datos de MSI y AECA-ITV con motivo de la I Jornada de Automoción de Faconauto, celebrada hoy en Santiago.
De un parque en Galicia de cerca de 1,8 millones de vehículos, 646.000 no tienen etiqueta, aunque la clave está en los 218.000 coches sin etiqueta que están en las siete ciudades de más de 50.000 habitantes afectadas por la Ley de Cambio Climático y sus Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). En concreto, Vigo, A Coruña, Ourense, Lugo, Santiago de Compostela, Pontevedra y Ferrol.
Todo ello es fruto del envejecimiento del parque, toda vez que en Galicia el 47% tiene más de 15 años de antigüedad, especialmente en la provincia de Pontevedra, que registra una tercera parte del parque “mileurista” de la comunidad.
No es de extrañar, por tanto, que Vigo sea la ciudad con más parque sin etiqueta, con cerca de 67.000 coches que se quedarán el limbo con las nuevas ZBE.
Envejecimiento acelerado ¿problema para el taller?
Entre las muchas ramificaciones que tiene el envejecimiento del parque está su impacto en el negocio del taller. Sin embargo, al contrario de lo que se piensa, un coche con más años no visita más el centro reparador. Al hacer menos kilómetros, no estar en garantía y estar asegurado a terceros, solo pasan por el taller cuando es imprescindible.
Es por ello que el impacto en los negocios de reparación gallegos será relativo, toda vez que estos vehículos solo hacen el 15% de las reparaciones totales. Estas operaciones se trasvasarán a pequeñas localidades, en la medida que un envejecido parque de coches saliente de las grandes áreas urbanas acabará en los pueblos.
En palabras de José Luis Gata, Business Development Manager de Solera España, “el inminente coche del pueblo será más que nunca del pueblo porque solo podrá circular por pequeñas localidades. Avanzamos hacia una polarización del parque, más sostenible en los centros urbanos y de combustión en áreas rurales y pequeños núcleos urbanos. Y esto afectará a los talleres independientes de las ciudades, que nutren su negocio en buena parte de estos vehículos más viejos y que se verán obligados a ir donde estén sus clientes, o a pasar a una red que les facilite el acceso a coches más jóvenes o a reciclarse como negocios de movilidad, incluyendo bicis, patinetes o motos eléctricas”.