La inflación ha frenado la demanda de compra de vehículos justo en el momento en el que paulatinamente se está recuperando la oferta y su stock, tan impactado por la crisis de los componentes. Con un precio medio de 22.700 euros por un vehículo nuevo, un 11% más que hace un año, según la Agencia Tributaria, los concesionarios podrían bajar un 15% los precios y aun así mantener la rentabilidad de las operaciones, según datos de MSI para Sumauto, especialista en portales verticales de automoción que integra a Autocasión, AutoScout24, Unoauto y RentingCoches.
Y es que el mercado actual ha cambiado la prioridad del volumen por la de la rentabilidad, de modo que se vende menos pero con mucho más beneficio por unidad. Sin embargo, y aunque en un menor volumen debido principalmente a la situación coyuntural, las cadenas de producción han continuado alimentando a los distribuidores que cada vez disponen de un mayor número de unidades pero con una demanda de particulares “congelada”, por lo que se ven obligados a derivar parte de su stock a otros canales para poder darle salida y evitar el atasco. Y aquí el punto de inflexión fue la primera subida de tipos de interés el pasado mes de julio, que afectó no solo a los compradores, también a los distribuidores, al ver incrementados los gastos financieros con los que sufragan su stock.
En concreto, en el caso de las automatrículas, aumentaron sólo en septiembre un 16% para derivar al mercado de ocasión. Lo mismo sucede con el rent a car, con un incremento del 60,9% ese mismo mes, un segmento olvidado tras la pandemia. En cambio, las matriculaciones cayeron más del 17%, si bien en comparación con 2019 por tener en cuenta el último año prepandémico, aunque tuvo el matiz de la entrada en vigor de la nueva normativa WLTP.
Por todo ello, desde Sumauto se avisa de la necesidad de incorporar a los particulares de nuevo a la rueda del mercado, ajustando la oferta para hacer más accesibles los precios con el objetivo de estimular la demanda y de agilizar la rotación de stock, toda vez que, por mucho que se alimente el mercado de ocasión a partir de matriculaciones tácticas, lo cierto es que las ventas de VO también están a la baja, con una previsión de caída para este año del 2,5%.
Esta situación puede conllevar un impacto negativo en el precio de los vehículos usados, ya que, a más stock y menos demanda, el importe medio podría empezar a disminuir y con ello la rentabilidad de las redes de distribución que alimentaron su stock a un coste mucho mayor del habitual. De ahí la necesidad, según Sumauto, de desplegar el stock de vehículos de una forma más uniforme entre canales y no centrarse en uno solo, como es derivar VN a VO.Según Ignacio García Rojí, portavoz de Sumauto, “el mercado de la automoción tiene margen para ajustar su oferta, tener un stock saneado y aun así mantener una rentabilidad más alta de lo habitual. Pero tampoco podemos poner todos los huevos en la misma cesta y automatricular a mansalva para alimentar un mercado de usados donde también hay menos demanda. Ahora compra coche quien lo necesita, no quien lo quiere. Por tanto, hay que repartir el stock por canales con equilibrio y sentido común y empezar a pensar en estrategias para agilizar la rotación del stock”.
Sumauto es el especialista en portales verticales de motor que aúna Autocasión, AutoScout24, Unoauto, Renting Coches y Motocasión. Su entendimiento de los mercados nacional y europeo, su carácter de nativo digital combinado con su experiencia en la transformación del clasificado a marketplace, le posicionan como partner digital de conocimiento para los concesionarios y compraventas, proporcionándoles soluciones que integran todo el ciclo de vida de la compra y venta de un vehículo para hacer que su negocio sea más rentable y su inversión en medios, más eficiente. Sumauto aúna más de 3.700 clientes profesionales y más de 4 millones de usuarios únicos mensuales.
Más información: https://www.sumauto.com