El parque móvil de España es uno de los más viejos de Europa con una media de 13,5 años, pero no solo pesa la edad, sino también las “heridas de guerra”, y es que, de los casi 25 millones de turismos, más de 1,5 millones circulan con daños por accidentes o golpes previos, según Autoscout24, el portal especialista en vehículos usados de Sumauto, a partir de los datos de CARFAX.
Este análisis, de acuerdo al historial de más de 900.000 vehículos, muestra que el 6,5% de estos turismos presentan daños, pero aún así siguen en circulación. Un peligro rodante no sólo detectado en los vehículos “patrios”, sino también en los de importación, uno de cada diez coches concretamente. Y con los problemas añadidos que, en muchas ocasiones, presentan estos vehículos, como la manipulación del velocímetro y “afeitado” de kilómetros, daños estructurales o averías “escondidas”.
Todo ello perjudica gravemente a la seguridad vial de los españoles, máxime cuando el año pasado aumentaron un 10% los fallecidos en accidentes a bordo de turismos, según los últimos datos presentados por la DGT.
No es de extrañar, cuando, por cada vehículo nuevo, se venden dos usados, con especial predilección por coches de más de 10 años y comercializados entre particulares. Incluso, 1 de cada 10 tiene más de dos décadas a sus espaldas, con las carencias en seguridad que supone.
Detrás de estas cifras está la falta de stock de vehículo nuevo y su encarecimiento, con un precio medio que supera los 22.000 euros, según la Agencia Tributaria, lo que escapa a muchos presupuestos e implica aguantar más años con el mismo coche o, de cambiar, buscar una alternativa más económica con un usado. Y ese “tirar para adelante” supone también reparar lo imprescindible para que el coche siga circulando.
Todo ello en un momento de incertidumbre, tanto energética como de movilidad, ante la entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones, que en un primer término impactan de lleno en los 3,7 millones de coches sin etiqueta que circulan por las 149 ciudades españolas que deben implantar las ZBE.
Según Ignacio Gª Rojí, portavoz de Autoscout24, “tenemos un parque envejecido y herido. Quizás la mecánica y un correcto mantenimiento permita seguir circulando por muchos años y es cierto que cada vez los vehículos duran más, pero eso también implica más achaques y, por tanto, no rodar en las mejores condiciones. La ITV es un filtro imprescindible, aunque la abstención ha aumentado tras la pandemia, de ahí la necesidad de que los conductores tengan incentivos para que achatarren sus vehículos y cambien a coches en buenas condiciones”.